Murderpedia has thousands of hours of work behind it. To keep creating
new content, we kindly appreciate any donation you can give to help
the Murderpedia project stay alive. We have many
plans and enthusiasm
to keep expanding and making Murderpedia a better site, but we really
need your help for this. Thank you very much in advance.
Ellos observaron que un sujeto flaco ingresaba al
fundo llevando de la mano a una niña, furtivamente, a través de un
pequeño forado hecho en el cerco de ladrillo. Se sobresaltaron. La
noticia de las desapariciones también los tenía preocupados y decidieron
salir de dudas. Siguieron los pasos del hombrecito y su presa y los
vieron entrar a una choza abandonada. Derribaron la endeble portezuela y
allí se dieron de cara con el horror. La pequeña yacía llorando sobre el
piso, semidesnuda y el criminal se disponía a violentarla sexualmente.
Al verse sorprendido, Nicolás Gutiérrez Mendoza salió disparado
por la misma puerta y con un pequeño puñal en la mano derecha.
Juan, el mayor de los hermanos Espino, decidió
perseguirlo mientras Carlos permaneció al cuidado de la niña. El que
salió a la carrera detrás del violador lo alcanzó después de intensa
persecución a través de cinco cuadras. Lo acorraló muy cerca de Parcona.
Allí Gutiérrez intentó defenderse con el puñal y su perseguidor pidió
auxilio a gritos. El sujeto volvió a correr y se metió a su casa, ya en
Parcona.
El perseguidor gritó, "aquí está el asesino". Al
oírlo los vecinos salieron de sus casas y armados de piedras y palos
cazaron al prófugo, quien no tuvo más remedio que rendirse. Lo ataron y
a rastras lo condujeron hasta el puesto policial, donde procedieron a
entregarlo. Lo que sorprendió a la familia y a los periodistas, fue que
al día siguiente un oficial de la Policía se presentó ante la prensa y
muy orondo atribuyó a su trabajo la captura del violador.
Pero la tarea no estaba concluida. Ya tenían al
violador-asesino pero no los cuerpos del delito. Otra vez fue la
población la que resolvió el enigma. Brigadas de pobladores organizados
rastrearon lugares dudosos, comenzando por los terrenos adyacentes al
fundo Buendía y a la casa de Gutiérrez Mendoza. Hallaron el primer
cuerpo de los cuatro que luego irían desenterrando.
Ira general
Mientras tanto la población de Parcona ha cursado un
memorial con tres mil firmas al jefe de la Policía Nacional, Antonio
Ketín Vidal, en el que piden drásticos cambios en la policía de la IX
Región de Ica.
Familiares directos de las víctimas, amigos y
pobladores, recuerdan que al producirse la primera desaparición, la
denuncia fue puesta en la comisaría de Parcona donde les dijeron,
"tienen que pasar 24 horas para que se considere a una persona como
desaparecida".
Los padres de las menores discutieron con los
policías de Parcona. Les recordaron que muy cerca, en Pachacámac, Lima,
se habían cometido varios crímenes contra niñas después de sus
desapariciones. No obtuvieron respuesta y se fueron a Ica.
Allí el general Rolando Quesada Bringas procuró
calmarlos. Pero a mediados de julio ya eran tres las desaparecidas sin
dejar rastros y en circunstancias similares. Las menores se esfumaban en
las calles, siempre solas, nadie escuchó gritos ni señales de violencia,
lo que permitía suponer que el secuestrador las seguía, calculaba sus
pasos y luego las llevaba con engaños.
La tercera semana de agosto, en Parcona, la gente
bordeaba el pánico. Se habían evaporado dos niñas más -ya iban seis-, no
había pistas de responsables y la Policía no entraba en acción. Nadie
vio un rastreo en la periferia de Ica, en los lugares sospechosos, donde
suelen reunirse drogadictos y borrachines.
Ante la presión de la prensa, sobre todo de las
radios locales, un oficial fue a una emisora y los acusó de alarmistas.
Se repetía el fenómeno de mediados del año pasado y mayo de este año en
la delegación de José Gálvez, Villa María del Triunfo.
La primera víctima
El 26 de mayo de 1995, la salida fue más temprano que
de costumbre en el colegio. La madre de Palmira Arroyo Quispe, de 8
años, solía ir a recogerla a la escuela a las cinco de la tarde, pero
esta vez no la encontró. En el colegio le informaron que habían salido
temprano y que probablemente estaría con alguna amiga. La madre se
preocupó porque ellos vivían en José Galvez, Villa María del Triunfo,
sólo un mes atrás. Se acababan de mudar del Callao y su hija aún no
conocía a mucha gente.
Días más tarde, cerca de allí, en el AA.HH. 19 de
Julio, un obrero vio ingresar a una construcción desolada a un hombre
que tenía una niña pequeña en brazos y al parecer estaba dormida. Avisó
a su capataz y fueron a buscar al dueño de la construcción. Con la
Policía encontraron el cadáver de la niña en descomposición, en el lote
3 de la manzana E.
El día de la desaparición, la alarmada madre se había
dirigido a la delegación policial de José Galvez. La respuesta que
recibió fue que tenía que esperar que transcurrieran 24 horas. Al día
siguiente regresó para que buscaran a su niña y le dijeron que no tenían
gasolina para la camioneta. Entonces decidió pedir ayuda a la comunidad
y lograron encontrar el cuerpo.
Jenny
Jenny, 9 años, desapareció el 30 de enero de 1996 a
las 6 de la tarde. Su madre, Isabel, estaba vendiendo en el puesto de
ropa que tiene en el mercado y dejó a Jenny al cuidado de su abuela. Ya
varias niñas habían sido violadas e Isabel no quería que su hija
corriera la misma suerte. Sin embargo, en un descuido de la abuela, la
nieta salió a jugar a la calle. Los vecinos vieron a la niña caminando
en dirección al mercado, de la mano de un desconocido.
El día de la desaparición, cuando la madre de Jenny
acudió a la Policía, ellos le dijeron que su niña debía estar jugando
con alguna amiguita y que volviera al día siguiente. Además ya era muy
tarde y el pueblo a esas horas era peligroso. Cuando regresó y pidió que
buscaran a su hija, le respondieron que no tenían ni unidades ni
personal disponible. Encontraron su cadáver seis días después, en una
chacra cercana a la laguna de oxidación.
El cadáver de la última niña que Gutiérrez violó en
el Cono Sur, fue encontrado a pocos metros de la vivienda de una hermana
suya, en cuya parte posterior había una choza donde vivía el violador.
Cuando fue capturado confesó haber estado en el levantamiento del
cadáver.
Entonces fue capturado por la Policía, que después de
tenerlo preso cuatro días lo liberó, argumentando que no tenían pruebas
en su contra. Gutiérrez engañó a sus captores. Después se dirigió a Ica
llevado por su madre.
Desidia policial
La gente de José Galvez ha protestado constantemente
por el abandono en que los ha sumido la delegación policial de su zona.
Un ex dirigente se quejó a CARETAS: "Aquí vivimos a salto de mata, la
ley no nos ampara y constantemente somos víctimas de robos, atracos y
amenazas. La única manera que tenemos de protegenernos es organizando
nosotros mismos a la comunidad".
En enero de este año los pobladores de este
asentamiento se dirigieron a la delegación policial para protestar y
estuvieron a punto de apedrearla. La respuesta de las autoridades fue
cambiar al mayor, capitanes y sub-oficiales de la delegación.
Las cosas, sin embargo, no mejoraron. El capitán Díaz
de la Vega concentra las iras de los vecinos. El 30 de marzo de este año
el alcalde Rafael Chacón, creó los Puestos de Seguridad Ciudadana, a
cargo de personal contratado. José Gálvez ya cuenta con tres de estos
módulos ubicados en sectores claves del asentamiento.
*****
COMPROBADAS
1. Palmira Arroyo Quispe, (8), 26 de mayo
1995. Su cuerpo se encontró en el AA.HH. 19 de julio Mz.E lote3, José
Gálvez V.M.T.
2-Johana Quispe Contreras, (6) 26.8.95 Se
encontró el cuerpo en la Av. Grau 1938, José Gálvez
3-Jackeline Lizbeth Paiva Muro, (7) estudiaba
en el Colegio Peruano-Japonés 14.9.95 .Se encontró el cadáver en el
pasaje Pajares de los Lúcumos, José Gálvez, V.M.T.
4-Keyla Yolanda Goya León, (6) Se encontró el
cadáver en la zona agropecuaria del comité N°10 José Gálvez V.M.T.
Estudiaba en el Peruano-Suizo de Villa El Salvador.
5-Jenny Fiorella Champa Rueda, (9) 4 de
febrero 96. Se le encontró en la Av. Los Eucaliptos 13-B José Gálvez,
V.M.T.
6-Lidia Elizabeth Céspedes Rojas, (8) 10 de
mayo de 96. Se ubicó el cadáver en el Pasaje Ferrocarril #162 A. Lote 6
José Gálvez V.M.T.
7-Karen Flores Medrano, (8) desaparecida el 16
agosto 1996 en Parcona.
8-Gina Villafuerte Calderón (7) Parcona, Ica.
Desapareció el 17 de julio a la salida del Colegio Santa Rosa
9-Lizeth Palomino Velásquez (7) Parcona, Ica.
10-Noemí Gamboa Saritúpac (6) secuestrada la
tarde de 26 de julio en Ica. Estudiaba en el Colegio N° 22319
PROBABLES
11-A.L.R. (8) 12-I.T.G (8) 13-P.B.T (8) desaparecida
en marzo pasado.
Aquí en el país la rabia de la población, y en
particular la que aflige a los padres de las víctimas, está en las
primeras páginas de los diarios. Pero el episodio amerita otras
reflexiones.
En 1996 vivimos una suerte de
posguerra y Herrera Abad lo subraya. Después de los crímenes de Sendero,
el MRTA y la guerra sucia, los peruanos padecemos la violencia urbana
exacerbada, con crímenes como los de Villa María del Triunfo e Ica. Por
lo menos trece niñas han sido asesinadas en menos de un año. Y según la
ley el castigo máximo para esos criminales será el encierro de por vida.
"Después de las guerras hay una secuela de violencia
social. Cuando la prepotencia se generaliza, se intensifican las
relaciones de dominio y sumisión, hechos como éste expresan la
prepotencia llevada a sus extremos", puntualiza Herrera, quien de paso
añade que el fenómeno terrorista banalizó el respeto por la vida y
redujo la idea de muerte a un número abstracto. Nos acostumbraron a
coexistir con la muerte y hoy ésta ha vuelto a meterse entre nosotros.
El sicólogo procura poner los hechos en su contexto
temporal. El siglo pasado Gutiérrez ya habría pagado sus crímenes en la
hoguera. La pregunta es, ¿con la hoguera desaparecieron los violadores?,
¿se hizo más sana y tolerante la convivencia social, aquí o donde
aplicaron esa bárbara pena?
Por cierto la sociedad espera castigos muy severos
para los sujetos que violan y matan niños. El sicoanalista comparte esa
propuesta, pero advierte que no debemos esperar que la cadena perpetua u
otro castigo inhiban a los criminales que todavía andan sueltos. Esos
crímenes, dice, sólo serán esporádicos, muy extraños, cuando toda la
sociedad vuelva a sanar sus heridas.
Profesional formado en la Universidad Católica, con
entrenamiento posterior en la Sociedad Peruana de Sicoanálisis, Herrera
Abad comprende la ira popular pero pide que para desterrar estos actos
de barbarie actuemos civilizadamente, con la actual ley en la mano y no
con criterios de venganza como el bárbaro ojo por ojo.
"Los niños no nacen con sentimiento de culpa, éstos
se aprenden y este sujeto no los tiene", comprueba el sicólogo después
de ver al asesino en la televisión. Los sentimientos de culpa se
internalizan cuando a uno le enseñaron a distinguir el bien del mal,
algo que Gutiérrez no puede hacer, agrega.
"Debe haber tenido una infancia sumamente desdichada,
sin afectos ni compensaciones, en la adolescencia padeció el abandono
paterno, conoció la miseria y de allí pasó al servicio militar. Si tuvo
algún componente genético alterado, el ambiente no contribuyó para
neutralizarlo", verifica el profesional. Alude así a los informes sobre
las presuntas alteraciones mentales de la madre de Nicolás. "Todos
llevamos dentro alguna, pero se neutraliza con el amor familiar, el
orden social, el necesario reconocimiento que todo ser humano busca, la
socialización, en suma. Este sujeto no los tuvo, ya fue simbólicamente
castrado.¿Quieren castrarlo otra vez, en los genitales, para qué?", nos
pregunta Herrera Abad, les pregunta en especial a los legisladores.
Consultorio para
criminales
Por Pedro Alejandro Pérez Ramos
ArticuloZ.com
02-02-2009
Recientemente en Perú hemos sido
testigos del asesinato de una maestra de educación inicial que
trabajaba en un nido en Monterrico, en Lima.
La mujer que estaba embarazada, fue asesinada de
3 balazos. Su agresor se ensaño con ella, le dio un tiro en el
maxilar, uno en el pecho y otro en el vientre para asegurarse de que
el niño que llevaba en el muriese junto con ella.
La mujer de nombre Alondra fue muerta a tiros y
su cuerpo hallado en las esquinas de Av. Alfonso Ugarte con
Bolivia.
Dias después la prensa se ocupo de su caso y los
canales de televisión, ubicaron a sus familiares y a su pareja a la que
todos sindicaban como “el asesino”.
Orlando Lizano la pareja, declaro a un programa de
Tv. que el ya no tenia con ella absolutamente nada y que se hallaba
consternado con la noticia e inclusive se fue a la estación policial a
cargo de la investigación y manifestó que deseaba colaborar con esta.
Los policías al ver su tranquilidad y
corrección al conversar, le pidieron que se sometiera a una prueba de
absorción atómica, para así quedar libre de toda sospecha, a lo que
accedió Lizano. Al terminar estas pruebas se retiro avisando que al
día siguiente regresaría con su abogado.
Orlando Lizano no regreso jamás, desapareció como
por encanto.
En este caso podemos observar ausencia de
remordimiento, sangre fría, comportamiento aparente normal y estupidez.
Estupidez porque el asesino Orlando Lizano, creyó
que acercarse a la policía de modo voluntario y declarar a los
medios lo libraría de sospechas, pero pese a que premedito el
homicidio de su pareja embarazada, no se cuido de usar guantes
quirúrgicos para hacer los disparos, como lo hacen los sicarios,
lo que dejo en sus manos rastros de pólvora.Esto nos deja ver que no es
asesino serial, no es un asesino profesional.
La policía no hizo mas que pedirle se haga la
prueba de absorción atómica ya que el mismo dijo quería colaborar
al esclarecimiento del crimen y Lizano, no pudo negarse. Si lo hacia,
quedaba establecido que algo quería esconder.
Como las pruebas demoran algunos días para su
resultado, luego de someterse a la prueba aprovecho para huir. El examen
arrojo como resultado : positivo.
Orlando Lizano hizo disparos con arma de fuego, era
el asesino de su pareja embarazada.
El asesino serial es una persona
que mata reiteradamente y logra cometer más de 3 muertes, generalmente
opera individualmente, cada vez que lo hace mata a una sola persona, es
alguien que no suele tener algún vínculo con la victima y que lo hace
en diversos momentos, pasando por pausas o intervalos de "enfriamiento".
Actúan como depredadores, acechan, se acercan y matan.
Conocí hace 20 años a un jovencito a quien
llamaban “Ninuska”.
Se trataba de un chico de 19 años, provinciano,
delgado, que hacia la limpieza de una oficina en Santa Catalina. Era
un muchacho que trabajaba para una empresa de seguridad en labores de
aseo y mantenimiento, pero que además de cuando en cuando apoyaba
trabajando como vigilante.
La empresa lo enviaba a cubrir vacantes, cuidando
residencias en “Las Casuarinas, incluso la de la familia Nicollini.
Una noche recuerdo se quedo en el local de la
empresa con otros vigilantes que estaban en “ la barraca”, y
bebieron abundante licor, siendo en estado de ebriedad violado
repetidas veces por los vigilantes.
Tres años después lo encontré intentando trabajar
en Cosapi, estaba en la puerta queriendo presentar sus papeles.
Años después luego de numerosas muertes de
niñas de 6 y 12 años violadas y estranguladas, encontradas enterradas
en terrenos abandonados, los periódicos dieron la noticia :”Capturan
al Monstruo de Parcona”, en ICA.
El asesino había sido capturado cuando violaba
el cadáver de una niña muerta en un descampado. La policía comenzó a
buscar en el lugar otras evidencias que permitieran encontrar a
varias niñas desaparecidas, y se dio con la macabra sorpresa de
hallar varios cadáveres de las menores enterrados en la zona.
Ninuska, era el Monstruo de Parcona. Vi su foto en
periódicos y revistas y lo reconocí.
Siempre negó ser el homicida, pero las evidencias
lo sindicaban como el autor de los asesinatos en serie de niñas
seguidos o precedidos de violación sexual. Finalmente confeso.
Ninuska luego de ser violado en el tercer piso
de la casa donde funcionaba la empresa de seguridad y estaba la barraca
de los vigilantes, era fastidiado por todo el personal, le agarraban
el rostro y esto lo hacia sentirse humillado.
Lo peor fue cuando otro grupo de vigilantes lo
violaron nuevamente en la azotea. Algo que Ninuska jamás denunció
como debió hacerlo en su momento.
Ninuska solo renuncio a la empresa, jamás regreso
a cobrar el dinero que le adeudaban, huyo avergonzado y desapareció
Al estudiar personalidades antisociales como la de
los asesinos seriales, se encuentran cogniciones constantes entre las
cuales está la justificación principalmente. Ellos se perciben a sí
mismos como víctimas y creen que su padecimiento les justifica para
hacer padecer a otros, como víctimas furiosas dicen: "que ellos actúan
así porque también fueron víctimas y padecieron a manos de otros".
Ninuska dijo que el también fue violado, que el
fue también victima y no mostró el mas mínimo remordimiento.
Todo en este asesino concuerda con lo que señalan
sicólogos y estudiosos :
“la justificación colinda con la estrategia de
evitación de la responsabilidad que tiene tres factores principales: el
primero es que los individuos con trastorno de personalidad antisocial
se justifican y se sienten víctimas; el segundo, es que evitan la culpa
y el tercero es su falta acentuada de remordimiento”
Un experto dice: “Cuando las personas deciden
realizar actividades que son perjudiciales para los demás, ya sea por
motivos de provecho personal o por móviles sociales, evitan enfrentarse
o minimizan el daño que causan. "No le hice daño, la alivie del dolor
que implica vivir"
Ninuska dijo para conseguir un poco de
conmiseración departe de sus captores y jueces: “yo las asfixiaba
primero, para que no sufriesen al ser violadas contranatura”.
“Gritaban mucho, por eso las asfixiaba, para que no sufran”.
Hubo un tiempo que en Lima salían seguido
noticias sobre “Sectas Satánicas” que supuestamente asesinaban
mujeres en las alturas de los cerros de Lima.
Los noticieros de Tv. hablaban de una secta, de
símbolos satánicos y algunas tonterías mas.
Los periodistas decían esto en sus reportes,
basándose en supuestas declaraciones de la policía, sobre estos
hechos.
Todo siempre en el campo de la suposición ,
porque nadie explico realmente el porque de estos asesinatos
seguidos de mujeres, en la cumbre de cerros de Lima.
Lo único cierto es que todas habían sido
desnudadas, salvajemente golpeadas y violadas, atadas con los brazos
para atrás con alambres, bañadas con gasolina y quemadas vivas.
Las casi seis mujeres halladas muertas,
tuvieron todas el mismo final.
Investigando para conocer un poco la verdad
sobre estos hechos, me adentre a las zonas mas peligrosas de Villa
Maria del Triunfo, y trate de entrevistar a diferentes
delincuentes de alta peligrosidad, la mayoría asesinos, violadores,
gente prontuariada.
Pregunte en un bar que esta en lo alto de
un cerro de Nueva Esperanza y que es limite con Tablada de Lurin,
a estos delincuentes prontuariados sobre lo que ellos sabían sobre
estas muertes.
Se miraron entre ellos y rieron. Solo me
dijeron : “Esas perras se lo merecían, por peperas”.
Los delincuentes me confesaron que las habían
matado por pepear y robar a unos fichos (gente importante, adinerada,
con billete, que fue victima de pepeo por prostitutas).
Me dijeron que estaban trabajando por encargo de
las victimas de las peperas y que por eso “las habían escarmentado
y sacado de circulación”.
Esta es la realidad terrible de la delincuencia, de
los asesinatos en Perú, de los homicidas sexuales, de los
homicidas sádicos , todos psicópatas.
Sonría y sea feliz.
Tras la sombra de un psicópata
Frescia.blogspot.com
17 de julio de 2007
A dos kilómetros
de Ica se encuentra el poblado de Parcona, una zona sin asfalto,
pequeñas casas de eternit, con un aproximado de 200 pobladores. En éste
pueblo olvidado se concentró la maldad de un perverso que violó y mató a
trece indefensas niñas.